Él la reconoció y nos dijo que era una culebra de herradura, luego encendió el ordenador y nos enseñó por qué se llamaba así: porque tenía un dibujo de herradura en la cabeza.
Nos explicó que era una culebra de herradura meridional que solo vivía a 400 o 500 metro sobre el nivel del mar y que viven aquí porque tenemos un clima particular aunque estemos a más de 600 metros.
Joel preguntó si era muy peligrosa pero Víctor dijo que solo lo era para los ratones.
Es una culebra muy lista que sabe que a sus depredadores les gusta comer solo lo que cazan y por eso, cuando está en peligro, se tumba boca arriba porque tiene la tripa rojiza, retuerce la mandíbula y suelta un líquido por la boca y parece que este muerta. Su mayor peligro es el milano real que es vago para cazar y prefiere los animales muertos.
También nos comentó por qué sabía que era hembra: porque las hembras tienen solo una escama en el ano y los machos la tienen partida por la mitad para sacar el pene.
A continuación nos explicó que íbamos a hacer una maceración en frío de plantas que utilizaríamos como abono para las tomateras, los pimientos y berenjenas cuando deje de llover.
Nos dijo que fuéramos al descampado para coger las plantas.
En 4 garrafas de 8 litros metimos alfalfa y cenizos, luego las llenamos con agua de la fuente.
y le añadimos un líquido que fabrican las lombrices.
Hay que dejarlo 7 o 10 días. Cada día hay que taparlo y agitarlo, luego hay que quitarle el tapón y lo dejamos en la ventana que da al norte para que no le de el sol.
HASTA EL CURSO QUE VIENE, AMIGO VÍCTOR. ¡¡¡TE ESPERAMOS!!!