Pero cuando llega Nando con la escalera larga, todos queremos probar a subirnos y cogerlos desde arriba.
Nos repartimos en grupos y nos vamos turnando, mientras unos recogen los caquis, otros recogen el maíz.
Otros quitan las cañas de las tomateras.
Otros hacen la plantación de coles, coliflores, romanescas y lechugas de Valladolid y de hoja de roble.
Otros van regando por detrás porque ha llovido poco y el plantero necesita más humedad.
Siempre hay quien se zampa un caqui o se dedica a gamberrear un poquito. Hace un día expléndido y hay que disfrutar.
El aspecto de nuestro huerto va cambiando poco a poco al desaparecer los cultivos de verano y empezar a aparecer los de otoño-invierno.
Y como los caquis están muy maduros, no nos queda más
remedio que ponernos a hacer mermelada. Este año en vez de hacerla con zumo de limón, la hacemos con zumo de naranja. Contamos con la ayuda de nuestras colaboradoras que nos hablan todo el rato en francés y en cosa de una hora tenemos los tarros llenos de esta mermelada que, como veis, tiene un color precioso.
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