Llevábamos casi un mes preparando escenarios y ensayando.
El guión fue lo más complicado, porque este año hemos puesto mucho tiempo e ilusión en dos temas: nuestro huerto escolar y Picasso (como máximo representante de la generación del 14).
Queríamos que las dos cosas aparecieran en nuestro teatro de fin de curso y...¿cómo relacionar a Picasso con nuestro huertito de Olba? pues a base de mucha fantasía...pero lo conseguimos.
Érase una vez... dos arlequines que trabajaban de espantapájaros en el huerto ecológico escolar de Olba.
Un día les visitaron unos pajaritos y les contaron que, en una ciudad llamada París, vivían muchos arlequines que se dedicaban al circo.
Decidieron ir a verlo por sí mismos y allí, desde lo alto de la torre Eiffel, descubrieron a los arlequines y a Picasso que se pasaba el día pintándolos.
Allí todo eran líos, carreras y discusiones, así que nuestros protagonistas decidieron volverse a la tranquilidad de su huertito de Olba a pesar de la insistencia de Picasso, quien intenta convencerles de que París es la mejor ciudad del mundo.
Pero si creéis que la historia se acaba así, estais muy equivocad@s, porque Picasso, harto ya de tanto circo, decide venirse también a vivir a Olba en busca de palomas y toros.
Toda la historia la van contando un par de joteros acompañados a la guitarra de Gerardo, un vecino de Olba que nos ha ayudado muy amablemente.
Nos lo hemos pasado muy bien y ...
¡hemos tenido un gran éxito!
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