Lo más curioso de este taller es que hicimos papel con verduras del huerto. Usamos las hojas del maíz, pencas de acelgas y pulpa de calabaza, mezclado con papeles viejos para conseguir más fibra.
Mientras unos troceaban todo, otros preparaban los bastidores.
Luego lo batimos. Primero lo intentamos con una batidora de yeso que nos hacía vibrar hasta el pelo, pero no trituraba suficiente, así que acabamos batiendo con las batidoras de casa.
Cuando estuvo la pasta lista, colamos con los bastidores,
las fuimos colocando una sobre otra entre dos tablas y lo prensamos con una prensa enorme que le habían prestado a Vero.Cuando habíamos escurrido al máximo, los tendimos para que se secaran bien y los dejamos así todo el fin de semana.
El resultado fueron papeles tan bonitos como estos:
Como este taller lo hicimos antes de Navidad, utilizamos algunos de ellos para hacer felicitaciones a nuestros corresponsales.
Seguro que ya os habeis dado cuenta de que en este taller también nos ayudó Vero, que sabe hacer maravillas con el papel.